Es preciso reflexionar sobre las exigencias físicas a las que pueden ser sometidos niños y niñas a edades tempranas en la práctica deportiva. No debemos olvidar que trabajar con niñ@s exige conocer sus características evolutivas y actuar en consonancia con las mismas. De igual modo, nunca debemos ignorar que, a estas edades, el aspecto cualitativo del movimiento siempre debe anteponerse al cuantitativo, evitando de esta manera incoherencias innecesarias en la práctica deportiva.
Por último, conviene recordar que EL MEJOR DEPORTE ES AQUÉL QUE SE PRÁCTICA DURANTE TODA LA VIDA.
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