¡MI PRINCIPAL OBJETIVO, LA SALUD!


El 50% del alumnado en edad escolar tiene o ha tenido en algún momento dolor de espalda. En la escuela podemos, y debemos, contribuir en la prevención de este tipo de dolencias. Para mí no hay nada tan importante como la salud de mi alumnado y en esta línea va mi trabajo.

DORMIR DEMASIADO PROVOCA INFARTOS

Un sueño de más de ocho horas y siestas largas favorecen los problemas cardiovasculares
Dos estudios independientes realizados con miles de personas concluyen que tan malo es dormir en exceso como menos de seis horas al día
Si sueña con aprovechar sus vacaciones para dormir un poco más, olvídese. Dos grandes estudios de reciente publicación, uno de ellos realizado también en España, revelan que dormir más de ocho horas al día puede ser muy perjudicial para la salud. El exceso de sueño aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, es decir infartos de corazón, anginas de pecho y derrames cerebrales, tanto como su falta. Los especialistas alertan sobre la necesidad de llevar una vida ordenada en lo relativo al descanso, que debe prolognarse entre las seis y ocho horas diarias. No más. No hay que abusar de la cama ni por la noche ni a la hora de la siesta, aunque sea ésta, que lo es, una costumbre muy saludable y cada vez más internacional.

Dormir, además de una necesidad, es un placer. Pero su disfrute, como otros, debe cumplir una serie de normas, según señalan los autores de un macrotrabajo realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia Oeste, que consistió en encuestar a 30.397 adultos sobre sus hábitos de descanso diario y salud cardiovascular. La investigación demostró que las personas que duermen menos de seis horas al día tienen el doble de posibilidades de desarrollar problemas cardiovasculares. El riesgo es menor entre las que se pasan, las que tienen un apego a las sábanas, pero tampoco mucho más bajo. Si se duerme más de nueve horas, con el tiempo de la siesta incluido, multiplican por 1,57 la probabilidad de sufrir un episodio de este tipo.
Factores metabólicos
Tiene una explicación, según detalla el cardiólogo Lorenzo Silva Melchor, miembro de la Fundación Española del Corazón. «Dormir poco activa factores metabólicos y endocrinos que son perjudiciales para la salud. En cambio, dormir más horas de las recomendadas -añade el experto, especialista de la Unidad Coronaria del hospital universitario Puerta del Hierro, de Madrid- puede relacionarse con disturbios y calidad del sueño, que condiciona alteraciones de parámetros cardiovasculares».
Otra investigación reciente llega a una conclusión parecida. La Universidad de Warwick, en Reino Unido, también ha descubierto una fuerte relación entre las enfermedades cardiovasculares y la falta de sueño, que es tan mala como tener un descanso que se interrumpe con despertares, una y otra vez. El trabajo londinense, publicado en la reconocida revista 'European Heart Journal', se realizó con casi medio millón de personas, 470.000, pertenecientes a ocho países, que fueron seguidas entre siete y 25 años. Los participantes fueron selecionados entre voluntarios de España, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Suiza, entre otros.
La conclusión, parecida. Si se duerme menos de seis horas al día o con interrupciones se tiene un 44% más de posibilidades de padecer una patología cardiaca. El sistema de vida occidental no parece muy dado a la prevención. «Hoy en día, muchos tenemos que renunciar a horas de sueño para poder finalizar todas las tareas que tenemos comprometidas», valoró el especialista Francesco Capuccio, director del trabajo, que consistió en analizar de manera conjunta otros 15 informes anteriores.
«No es un factor de riesgo»
A la vista de ambas investigaciones, ¿puede concluirse que dormir debe considerarse un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares?«Rotundamente, no», concluye el cardiólogo Andrés Bodegas, presidente de la sección de Cardiología de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao y cardiólogo del hospital de Cruces. «Lo que estos trabajos nos están dando son resultados estadísticos, obtenidos en función de conclusiones matemáticas. Es decir, extraídos de cuestionarios previamente realizados, no medidos de una manera objetiva», matiza el especialista vasco.
La duración del sueño depende, a menudo, del tiempo que uno necesite para recuperarse del trabajo realizado y de las horas que le haya quitado a su descanso en los días anteriores. «Dormir no es un factor de riesgo cardiovascular», concluye tajante Andrés Bodegas, cuyo consejo como especialista para este verano también es categórico: «La siesta, bien echada, es de lo más sano que hay».

Fuente: laverdad.es  (FERMÍN APEZTEGUIA)

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