¡Ya está aquí el verano y muchas personas andan preocupadas por lucir su piel bronceada o, por el contrario, seguir conservando el color original de su piel!
Efectivamente, cuando se acerca el verano (incluso en otras estaciones del año) son muchas las personas que prefieren tomar el sol en cantidades industriales y así poder lucir una piel morena y bronceada. Pero, como todo en la vida, los excesos son malos. Son muchos los expertos que aconsejan tomarlo con precaución y siempre con cremas protectoras como escudos artificiales. De esta manera minimizamos los efectos del astro rey sobre nuestra piel y corremos menos riesgos(quemaduras, enfermedades, ...). Por cierto, ¿sabéis que nombre recibe la obsesión por tomar el sol? Tanorexia.
Por otra parte, también nos encontramos con personas que no quieren tomar el sol bajo ningún concepto y cuidan continuamente su exposición al mismo. En este caso estaríamos hablando de "Tanofobia", es decir, miedo o rechazo total a la exposición solar. Tampoco esta opción es la más adecuada. Las personas necesitamos breves exposiciones diarias al sol para conseguir efectos positivos sobre nuestra salud. Numerosos investigadores aconsejan una exposición diaria de diez (10) minutos como medida preventiva ante problemas óseos (osteoporosis, déficit de vitamina D, ...) y de otra índole (enfermedades cardiovasculares,...).
Por cierto, ¿te has parado alguna vez a pensar cómo actúas tú ante el Sol? ¡Plantéatelo! ¡Recuerda, la salud es lo primero! ¡Tenlo presente!
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