¡MI PRINCIPAL OBJETIVO, LA SALUD!


El 50% del alumnado en edad escolar tiene o ha tenido en algún momento dolor de espalda. En la escuela podemos, y debemos, contribuir en la prevención de este tipo de dolencias. Para mí no hay nada tan importante como la salud de mi alumnado y en esta línea va mi trabajo.

Y PARA TI, ¿QUÉ ES LO IMPORTANTE?



En la escuela no busco campeones/as. Prefiero que mis alumnos/as sonrían por el simple hecho de poder participar en eventos deportivos, independientemente de su nivel de competencia. Ayudarles en la conquista de hábitos saludables y en la autogestión de su propia actividad física son los objetivos que persigo año tras año.

¡No me interesan las copas ni las medallas, sí verlos/as felices y activos/as! (Juanjo Reverte)

DECÁLOGO DE UNA ALIMENTACIÓN SANA


Decálogo de la Alimentación
1. Una alimentación completa y equilibrada mantiene la salud y previene enfermedades. Se consigue con una dieta variada que incluya todos los grupos de alimentos.
2. La dieta mediterránea es muy sana. Consiste en comer muchos vegetales (frutas, verduras, hortalizas, legumbres), cereales (pan, pasta, arroz) y más aves y pescado que carne roja. Cocinar con aceite de oliva y poca sal, mejor yodada.
3. Es bueno repartir lo que se come en 5 comidas. Desayuno, comida y una cena ligera con una fruta o bocadillo a media mañana y a la hora de la merienda. No hace falta más.
4. Los niños aprenden a comer imitando a los mayores. Mejor comer despacio, masticando bien, sentados en la mesa, disfrutando en familia. Sentarse frente a la televisión es desaconsejado porque el niño se distrae y deja de comer o lo hace sin darse cuenta de la cantidad que toma.
5. Siempre un buen desayuno que incluya leche, cereales (pan) y fruta. Mejora el rendimiento físico e intelectual y evita la obesidad.
6. Todos los días frutas, verduras y hortalizas. Se recomiendan 5 raciones al día. Dos o tres deben ser frutas enteras y a mordiscos. Es mejor postre que un lácteo. No más de un vaso de zumo natural, recién hecho, al día.
7. El agua es la única bebida necesaria y más sana que cualquier refresco, zumo o batido.
8. Evite la comida precocinada (con más grasas y sal) y los alimentos con grasas saturadas, trans o hidrogenadas y aceites de coco y palma (lea las etiquetas).
9. Deje que su hijo decida cuánto quiere comer. Tenga confianza: los niños comen la cantidad que necesita su cuerpo. La comida no es un castigo, ni tampoco debería ser un premio.
10. Hacer ejercicio una hora todos los días. Además, 5 veces a la semana se aconseja hacer un poco más de deporte.
Fuente: Salud Revista.es


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